Recambio Pantallas Portátiles

Descubre nuestra amplia selección de recambios de pantallas portátiles para tus dispositivos. Ofrecemos productos de tecnología reacondicionada de alta calidad, garantizando un rendimiento óptimo. Cada pantalla es revisada y certificada, asegurando que obtengas lo mejor por tu dinero. ¡Devuelve la vida a tu portátil y navega con claridad!

  • Hasta 3 años de garantía Disfruta de hasta 3 años de garantía y 30 días de prueba
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  • Sostenibilidad garantizada Al elegir reacondicionado, reduces residuos tecnológicos y ahorras recursos
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  • Equipos 100% verificados  Reacondicionado por profesionales. Revisados en 17 puntos de control
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  • Envíos gratis desde 99€ Todos nuestros productos están en stock y listos para enviarse
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Dudas frecuentes

La compatibilidad es, sin duda, el aspecto más crítico al comprar una pantalla de portátil. Aunque conozcas el modelo de tu portátil, la forma absolutamente segura y profesional de acertar es identificar el número de modelo de la propia pantalla. Esto es crucial porque un mismo modelo de portátil puede haber sido ensamblado con pantallas de diferentes fabricantes (LG, Samsung, AU Optronics, etc.), y aunque sean del mismo tamaño y resolución, el conector o su posición pueden variar. Para encontrar este número de modelo:

  1. Deberás desmontar el bisel (el marco de plástico) que rodea tu pantalla rota. En la mayoría de los portátiles, esto se puede hacer con cuidado usando una herramienta de apertura de plástico para no dejar marcas.
  2. Una vez retirado el bisel, normalmente tendrás que quitar unos pocos tornillos que sujetan la pantalla al chasis de la tapa.
  3. Con mucho cuidado, inclina la pantalla hacia delante para poder ver la parte trasera del panel LCD.
  4. Ahí encontrarás una o varias etiquetas. Busca un código alfanumérico que se identifique como el 'Model Number' o 'Part Number' del fabricante del panel (por ejemplo, 'B156HAN02.1' o 'LP156WF6-SPB1').

Usar este código exacto para tu búsqueda es la única garantía de que el recambio de pantalla que compres tendrá el mismo tamaño, resolución, tipo de panel, acabado (mate/brillo) y, lo más importante, el mismo conector en la misma posición.

Estos términos a menudo causan confusión. En realidad, casi todas las pantallas de portátiles modernas son paneles LCD (Liquid Crystal Display), pero la diferencia radica en el tipo de retroiluminación que utilizan.

  • Las pantallas LCD más antiguas utilizaban lámparas fluorescentes de cátodo frío (CCFL) para iluminar el panel. Eran más gruesas, consumían más energía y tardaban un poco en alcanzar su brillo máximo.
  • Una pantalla LED es, en esencia, un panel LCD que utiliza diodos emisores de luz (LEDs) para la retroiluminación. Esta es la tecnología estándar desde hace más de una década. Los LEDs son mucho más delgados, eficientes energéticamente, duraderos y ofrecen un mejor control del brillo y el contraste. Por tanto, cuando hoy buscas una pantalla de portátil, casi con total seguridad será de tipo LED.

Ahora bien, 'IPS' (In-Plane Switching) se refiere a la tecnología del propio panel de cristal líquido, no a la retroiluminación. Es una tecnología de panel LCD superior a la más antigua 'TN' (Twisted Nematic). Las ventajas de un panel IPS son enormes:

  • Colores mucho más vivos y precisos.
  • Ángulos de visión excelentes: El color y el contraste no se distorsionan si miras la pantalla desde un lado, algo fundamental para mostrar tu trabajo a otros o para ver una película en compañía.

Si tienes la oportunidad de elegir o de mejorar tu pantalla actual, optar por un recambio con panel IPS marcará una diferencia de calidad de imagen de la noche al día.

Aunque pueda parecer una tarea intimidante, cambiar una pantalla rota de portátil es una de las reparaciones más comunes y factibles para el usuario medio con un poco de paciencia y las herramientas adecuadas. El proceso general, aunque varía ligeramente entre modelos, suele seguir estos pasos:

  1. Preparación y seguridad: Lo primero y más importante es desconectar el portátil de la corriente y extraer la batería (o desconectarla internamente si no es extraíble) para evitar cortocircuitos.
  2. Retirar el bisel: Usando una herramienta de apertura de plástico (spudger) o incluso una púa de guitarra, se hace palanca con cuidado alrededor del marco de plástico de la pantalla hasta que se suelten todos los clips que lo sujetan.
  3. Desatornillar la pantalla: El panel LCD suele estar sujeto a unos soportes metálicos con unos pocos tornillos (normalmente 4 u 8). Quítalos con un destornillador de precisión.
  4. Desconectar el cable de vídeo: Este es el paso más delicado. Inclina la pantalla hacia el teclado para acceder a su parte trasera. Verás un cable plano (cable flex) conectado al panel, asegurado con una pequeña pestaña o cinta adhesiva. Levanta la pestaña de seguridad y tira del cable con suavidad para desconectarlo.
  5. Instalación: Realiza el proceso a la inversa con la nueva pantalla. Conecta el cable de vídeo, atornilla la pantalla a los soportes y vuelve a colocar el bisel a presión.

Con la ayuda de un tutorial en vídeo para tu modelo específico (busca en YouTube 'cambiar pantalla + [modelo de tu portátil]'), es una reparación muy gratificante que te puede ahorrar mucho dinero en comparación con el precio de la pantalla del portátil más la mano de obra de un servicio técnico.

La elección entre un acabado mate o brillante es una cuestión de preferencia personal y del entorno en el que suelas usar tu portátil, ya que ambas tienen ventajas y desventajas muy claras.

  • Una pantalla brillante (Glossy) tiene una capa exterior lisa y reflectante. Su principal ventaja es que los colores se perciben como más vivos y saturados, y los negros, más profundos. Ofrece una imagen con más 'punch' y contraste, lo que la hace muy atractiva para ver películas y fotos. Sin embargo, su gran inconveniente son los reflejos. En entornos con mucha luz (como cerca de una ventana o al aire libre), la pantalla puede convertirse en un espejo, dificultando enormemente la visualización y causando fatiga visual.
  • Una pantalla mate (o antirreflejos) tiene una capa exterior tratada que difumina la luz. Su principal ventaja es, precisamente, su excelente capacidad para minimizar los reflejos. Esto la convierte en la opción superior para la productividad, ya que te permite trabajar cómodamente durante horas en cualquier condición de iluminación sin que la luz de una ventana o una lámpara te moleste. Es la elección predilecta para escritores, programadores y para cualquier trabajo de oficina. La contrapartida es que los colores pueden parecer ligeramente menos vibrantes y los negros un poco menos profundos en comparación con una pantalla brillante.

Si tienes un portátil con pantalla brillante y los reflejos te molestan, al buscar un recambio de pantalla, tienes la oportunidad perfecta para cambiar a una versión mate y mejorar enormemente tu comodidad visual.

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