¿Qué tipos de placa base para ordenadores existen?

La placa base, también conocida como placa madre o motherboard, es la auténtica columna vertebral de cualquier ordenador. Es el gran circuito impreso que conecta e interconecta todos los demás componentes: el procesador, la memoria RAM, la tarjeta gráfica y el almacenamiento. Pero al buscar una, te encontrarás con una pregunta fundamental: ¿qué tipo de placa base necesito?

La respuesta depende principalmente de su factor de forma, es decir, de su tamaño y diseño. En esta guía vamos a desglosar todos los modelos de placas base que existen, desde las más grandes y expansibles hasta las más compactas, para que puedas tomar una decisión informada y montar el PC perfecto para tus necesidades.

¿Por qué existen diferentes tipos de placa base?

La razón principal es muy sencilla: no todos los ordenadores son iguales ni se construyen para el mismo propósito. La elección de un modelo de placa base determina directamente tres aspectos clave de tu futuro PC:

1. El tamaño de la caja (chasis): Una placa grande necesita una torre grande.
2. La capacidad de expansión: Cuántos componentes adicionales (tarjetas gráficas, discos duros, etc.) puedes instalar.
3. La conectividad: El número de puertos USB, conectores de ventilador y otras conexiones disponibles.

Los diferentes factores de forma estandarizan las dimensiones, la ubicación de los agujeros para los tornillos y la disposición general de los puertos. Esto garantiza que una placa base ATX, por ejemplo, encaje en cualquier caja ATX, sin importar el fabricante. Si estás pensando en comprar un ordenador de sobremesa, es importante que seas consciente de todo esto.

Los principales tipos de placa base por su factor de forma

Aunque existen muchos formatos, hay cuatro que dominan por completo el mercado de consumo. Conocerlos es esencial para saber qué tipo de placa elegir.

Atx: el estándar de oro para ordenadores de sobremesa

El formato ATX (Advanced Technology eXtended) es el estándar más versátil y popular para los ordenadores de sobremesa desde hace décadas. Ofrece un equilibrio fantástico entre tamaño y funcionalidad, proporcionando suficientes ranuras de expansión y conectores para la gran mayoría de usuarios, desde PCs de ofimática hasta potentes estaciones de gaming de alto rendimiento. Si tienes dudas y el espacio no es un problema, una placa base tipo ATX es casi siempre una apuesta segura.

Micro-atx (matx): el equilibrio perfecto entre tamaño y precio

La Micro-ATX es una versión ligeramente más corta y cuadrada que la ATX. Su popularidad ha crecido enormemente porque ofrece un equilibrio ideal entre un tamaño más compacto y un buen número de características. Suelen tener menos ranuras de expansión PCIe, pero más que suficientes para la mayoría (una para la gráfica y alguna más para otros dispositivos). Son perfectas, utilizadas en muchos de nuestros pcs baratos, son de tamaño mediano y suelen ser más económicas que sus hermanas mayores ATX, lo que las convierte en la opción predilecta para montajes con un presupuesto ajustado.

Mini-itx: la máxima compactibilidad

Si tu objetivo es construir el PC más pequeño posible, el formato Mini-ITX es tu única elección. Estas placas base son diminutas, diseñadas para cajas ultra-compactas (SFF - Small Form Factor). Son ideales para ordenadores de salón (HTPC o Media Center), sistemas "portátiles" para llevar a LAN parties o estaciones de trabajo minimalistas que ocupen el mínimo espacio en el escritorio. Su principal limitación es el espacio: normalmente solo cuentan con una ranura de expansión (para la tarjeta gráfica) y dos ranuras para memoria RAM.

E-atx (extended atx): para los más entusiastas y profesionales

La E-ATX es la hermana mayor de la familia. Este tipo de placa base está diseñado para los usuarios más exigentes, como profesionales creativos, entusiastas del overclocking y gamers extremos. Ofrecen el máximo número de ranuras para RAM, más puertos PCIe para configuraciones con múltiples tarjetas gráficas (SLI/CrossFire) y componentes de mayor calidad (VRM) para soportar procesadores de altísimo consumo. Su gran tamaño requiere cajas de PC especiales de formato torre completa.

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Tabla comparativa de los tipos de placa base

Otros modelos de placa base menos comunes

Aunque los cuatro anteriores son los que encontrarás en el 99% de las tiendas, existen otros formatos diseñados para necesidades muy específicas:

• BTX (Balanced Technology Extended): Un diseño impulsado por Intel que buscaba optimizar el flujo de aire y la refrigeración. Nunca llegó a popularizarse en el mercado de consumo y hoy está obsoleto.
• Pico-ITX y Nano-ITX: Versiones aún más pequeñas que la Mini-ITX, creadas por VIA Technologies para sistemas embebidos, dispositivos de IoT (Internet de las Cosas) y aplicaciones industriales donde el espacio es mínimo.
• Placas para servidores (SSI CEB, EEB, etc.): Formatos estandarizados más grandes que E-ATX, diseñados para servidores y estaciones de trabajo de doble procesador, con soporte para cantidades masivas de memoria RAM.

¿Cómo elegir el tipo de placa base correcto para ti?

Elegir un modelo de placa base va más allá del tamaño. Una vez decidido el formato según el tamaño de PC que deseas, debes hacerte estas preguntas:

1. ¿Qué procesador voy a usar? Esto determinará el zócalo (socket) que necesitas (ej. AM5 para los nuevos AMD Ryzen, LGA1700 para los Intel Core más recientes).
2. ¿Cuánta memoria RAM necesito? La mayoría de las placas Mini-ITX solo tienen 2 ranuras, mientras que las ATX y Micro-ATX suelen tener 4.
3. ¿Cuántos discos duros o SSD voy a instalar? Revisa el número de puertos SATA y ranuras M.2.
4. ¿Necesito muchas conexiones USB? Compara el número de puertos en el panel trasero.

Responder a estas preguntas te ayudará a filtrar los modelos de placa base y a encontrar el perfecto para tu montaje, asegurando que no te quedes corto de prestaciones ni pagues de más por características que no vas a utilizar.